Mi encuentro con la música de Gustavo Fedel (por Claudio Barile)
“Te va a llamar un amigo: Gustavo Fedel...”, me dijo mi compañero por décadas Franco Masciandaro durante un ensayo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Hasta ese momento yo no había tenido contacto alguno con Fedel y no conocía de él mucho más que su autoría en algunas grabaciones y su prestigio como compositor. Poco a poco fui interiorizándome en su obra. Recuerdo que pasaron días, acaso semanas, sin que el llamado se produjera. Pensé entonces que muchas cosas se pergeñan en nuestro país y a veces luego nada ocurre. Aunque en otras ocasiones todo sale y se concreta a último momento. Este último fue aquí el caso.
Una tarde el dichoso llamado aconteció, habiendo ya transcurrido algunos meses desde aquella primera instancia. Era el mismo Fedel quien hubo de hablarme sobre la idea de una grabación... Ciertamente aún estaba todo en ciernes, pues debían darse condiciones que no estaban a la vista presentes en aquel momento. Faltaba armar un equipo que aún no se había consolidado. Y debía darse con el resto de los músicos que actuaran en dicha grabación. La idea me pareció buena, pero todavía estaba alejada del hecho concreto.
Pasó de nuevo tiempo, acaso un año, hasta que Gustavo volvió a llamar para hablarme nuevamente de aquella posibilidad. Y en esa ocasión agregó: “¿Sabés?... Me gustaría que grabases una obrita que escribí hace años para flauta sola...” Así fue como, llegando los calores del verano del '17, Gustavo se acercó a mi casa, donde hablamos de la posibilidad concreta de la tan mentada grabación. Y entre los papeles que trajo me encontré con las obras en cuestión y con aquella “piecita” (sic), como él la llamó, que inmediatamente quise leer en su presencia, para saber por dónde andaban sus gustos, y poder hacerlos converger con los míos propios, para aportar algo propio a la obra. Así es como suelo hacer cuando se me da la oportunidad de trabajar con compositores contemporáneos o con directores que me resultan interesantes.
Por cierto, la pieza para flauta sola de Gustavo Fedel, escrita en tan solo una página, me pareció interesantísima.
- Hace rato que la tengo. Le gustó mucho a Piazzolla –me comentó Fedel como al pasar.
Inmediatamente sentí y observé que se trata de una obra que no admite una sola perspectiva ni una visión única de la misma, sino antes bien variopintas posibilidades de interpretación. Muchísimas, diría. Es una obra polisémica. Un calidoscopio. ¡Me encantó! Y se trata de una sola hoja. De una única página pelada.. Así me la dio Gustavo.
- ¿Y para cuándo querés hacer la grabación? -le pregunté, ya en el epílogo del encuentro y en el marco de un calor tórrido que anunciaba el inicio del verano. Escuché su respuesta: “Si pudiera ser antes de fin de año, sería bárbaro...”
La obra me pareció tan profunda que me puse a estudiarla con entusiasmo. Comencé a barruntar matices, dinámicas, colores, tempos para los cuales la obra ciertamente se presta. Es inmensa la cantidad de sustancia que encierra la misma. Nos reunimos dos semanas después y la grabamos.
En cierta ocasión contaba el célebre violinista Henryk Szeryng que una vez, visitando nada menos que a Pablo Picasso en su estudio, observó que un mismo jarrón aparecía una y otra vez pintado en diversas telas ya concluidas, esparcidas a lo largo del recinto. Le preguntó entonces al artista por qué razón pintaba tantas veces ese jarrón. La respuesta de Picasso no se hizo esperar y lo sorprendió: “Es porque nunca lo veo dos veces igual.”
En este mismo sentido señalaba Antonio Machado, con justa sabiduría, en su antología personal: “El hombre que juzga su propia obra dista mucho del que la produjo”. De manera que bien podré sentirme yo alejado de mi visión de esta pieza tan especial de Gustavo Fedel en el futuro, cuando vuelva a escucharme, o de las demás obras suyas que también grabamos. No obstante habré de respetarla, pues esa fue la imagen que tuve, en aquel momento de dejarla plasmada en un registro.
Gracias Franco Masciandaro, por acercarme a un creador como Gustavo Fedel. Gracias Germán Serain por invitarme a escribir estas líneas para este CD tan prometedor, en el que además participan intérpretes de fuste como Gloria Pankaeva y Lucrecia Jancsa.. Con este material los flautistas tenemos un nuevo aporte a la estética. Y quienes no lo sean, pero gusten de ver colores y formas, podrán hallar en estas músicas nuevos estímulos para desarrollar su propia fantasía y sugestión. ¿Sinestesia? Quizás. Que así sea, entonces.
credits
released September 1, 2018
Producido por Litto Nebbia para Discos Melopea.
Grabado por Constanza Sánchez Producciones, Estudio EPG y Estudio LC. Técnicos de grabación: Constanza Sánchez y Arturo Lamm. Masterización: Arturo Lamm
Romanza y Allegro: grabado en el Teatro Colón y Estudios Melopea. Técnico de grabación y masterización: Mario Sobrino
Fotografías: Josefina Schmipp y Romina Lukman. Producción gráfica: Germán A. Serain. Las pinturas reproducidas en el booklet fueron realizadas por Gustavo Fedel.
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